
“¿Cuál es la moraleja de este libro?” – puedes preguntar, después de leer otra novela sobre vampiros y alumnas o dragones y barones. Encontramos siete novelas de alta moral que no solo entretienen, sino que también enseñan. Y si realmente quieres aprender, léelos en el original. Todos estos libros son ejemplos de un excelente inglés.
“El inquilino de Wildfell Hall” (The Tenant of Wildfell Hall), Anne Brontë
Anne es la menos conocida de las hermanas Brontë. Y esto es injusto, porque ella no es peor que Charlotte y Emily. Y “La inquilina de Wildfell Hall” es una novela foerte sobre una mujer fuerte que intenta hacer lo correcto hasta el final, incluso si su marido tirano la empuja al límite.
Anne hace preguntas muy incómodas, que incluso hoy no son tan fáciles de responder: ¿hay que salvar a una familia y salvar a alguien que no necesita ser salvo? ¿Debería caer en las tentaciones si su precio es tu reputación?
“Alicia en el país de las Maravillas” (Alice’s Adventures in Wonderland), Lewis Carroll
Todo el mundo lo conoce, por lo que no no vamos a profundizarnos en el itinerario de viaje de Alicia. Pero fácilmente podrías pasar por alto lo que notan los adultos: Carroll enseña en cualquier situación a mantener la autoestima (incluso si alguna reina te está gritando), a no llorar y a tratar a todos con respeto, incluyendo las orugas y los conejos. Y, en general, los buenos modales de Alicia son un verdadero ejemplo de educación británica.
“Buenos presagios” (Good Omens), Terry Pratchett y Neil Gaiman
El bien y el mal se preparan para la batalla final, el Armagedón ya está a punto de empezar, se acerca el fin del mundo. Lo único que falta es el Anticristo, pero tiene planes completamente diferentes para esta fiesta.
Una novela satírica de dos clásicos de la literatura moderna está repleta de reflexiones filosóficas, chistes ingeniosos y guiños hacia la cultura de masas. Pero todavía te hace pensar en la libertad de expresarse y las decisiones que tomamos todos los días.
“Ruth” (Ruth), Elizabeth Gaskell
Probablemente la novela moralista más controvertida de toda la literatura inglesa del siglo XIX.
A la costurera Ruth la seduce y la abandona un aristócrata frívolo, una historia tan antigua como el mundo. La joven con su niño intenta resistir una sociedad dura donde los asesinos y ladrones son menos juzgados que las mujeres caídas. Todos están de acuerdo en que la culpa es de la propia Ruth, incluida, al parecer, la propia escritora. Pero al mismo tiempo, es muy difícil para el lector deshacerse de la sensación de que Ruth es más fuerte y mejor que aquellos que hablan mal de sus debilidades, sin ver viga en sus propios ojos.
“Matar a un ruiseñor” (To Kill a Mockingbird), Harper Lee
Atticus, un abogado inconformista, se encarga de defender a una persona de color acusado de acosar a una niña blanca. Es obvio que es inocente, pero los blancos siempre simpatizan con los blancos. Bueno, casi siempre.
Una novela clásica sobre la aceptación del otro, la empatía y la voluntad de defender lo que uno cree, a pesar de la opinión de la mayoría. Harper se inspiró en los recuerdos de su infancia: la década de los 1930 en Alabama fueron tiempos de ruptura de aquellos cuyos principios morales eran débiles. El libro ganó el premio Pulitzer y ahora está incluido en el plan de estudios escolar en los Estados Unidos.
“Sentido y sensibilidad” (Sense and Sensibility), Jane Austen
Austin, la última moralista clásica, se hizo famosa por sus novelas de buenos modales, y “Sense and Sensibility”, escrita en 1811, es la más moral de todas. Esto no es “Bridgerton”, todo es como en la vida real: la frívola Marianne se mete en líos y la humillan y acusan al máximo, y la modesta Elinor, que no confunde frivolidad con amor, consigue marido, diez mil libras, una casa parroquial y respeto de todos. La moraleja es la siguiente: piensa con la cabeza, aprecia la modestia y no caigas en pasiones.
“Expiación” (Atonement), Ian McEwan
Por algunos errores de la adolescencia, tienes que pagar durante toda tu vida: ella, la vida, no perdona incluso a los jóvenes y estúpidos. Briony, una chica con una imaginación demasiado desarrollada, ya sea por aburrimiento o por celos, miente sobre el amante de su hermana. Y durante los siguientes 60 años, Briony, que se hizo escritora, intenta reescribir este guión y corregir el error que arruinó tantas vidas.
La novela austera, muy diferente a cualquier otro de este clásico británico, parece ser un invitado de la época victoriana. En 2007, se filmó una gran película basada en ella con Keira Knightley, ¿te acuerdas de ese vestido verde?